Asumiendo mi parte.
- Patricia Infante
- 18 mar 2018
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 17 abr 2018

El mayor día de tu vida y la mía es cuando tomamos responsabilidad total de nuestras actitudes. Ese es el día en que realmente crecemos.
John C. Maxwell.
En un gran porcentaje de los casos, la presencia de conflictos en las relaciones de parejas no es un indicador de que la relación no es saludable, sino un resultado de no saber lidiar con las diferencias que tenemos o de tener un ideal irreal de la pareja. olvidamos que para que surja un conflicto deben intervenir necesariamente ambas partes y regularmente nos enfocamos solo en la parte de cómo somos afectados y no en como hemos afectado al otro. En pocas palabras evadimos nuestra parte, no asumimos nuestra responsabilidad.
Y es que al parecer desde todos los tiempos el ser humano a tenido esta tendencia, de que al momento de surgir un conflicto, buscamos alrededor para ver de quien es la responsabilidad, o como mejor decimos nosotros , quien tiene la culpa, y por lo general la mayor parte del tiempo la delegamos al otro, evitando en todo momento mirarnos a nosotros.
Si a la hora de surgir una diferencia cada quien toma conciencia de la responsabilidad que ha tenido, de esas emociones que nos conducen a tomar acciones, la frecuencia de los conflictos decaerían, o al menos el manejo de los mismos serian mucho mas asertivos.
Aquí les anexo un texto del Dr. bucay, el cual espero lo usemos para reflexionar de la importancia de asumir nuestra responsabilidad en nuestras interacciones de pareja.
"Cuando las personas se encuentran con dificultades en la relación, tienden a culpar a su pareja. Ven claramente cuál es el cambio que necesita hacer el otro para que la relación funcione, pero les es muy difícil ver qué es lo que ellas hacen para generar los problemas, es muy común preguntarle a una persona en una sesión de pareja:
– ¿Qué té pasa?
– Lo que me pasa es que él no entiende…
– Y yo insisto:
– ¿Qué te pasa a tí?
– Y ella vuelve a contestar:
– Lo que me pasa es que él es muy agresivo.
– ¡Y yo sigo hasta el cansancio…!¿Pero qué sientes tú?¿Que té pasa a tí?
Y es muy difícil que la persona hable de lo que le está pasando, de lo que está necesitando o sintiendo. Todos quieren siempre hablar del otro.
Es muy diferente encarar los conflictos que surgen en una relación, con la actitud de revisar: “qué me pasa a mí”, que enfrentarlos con enojo, pensando que el problema es que estoy con la persona inadecuada.
Muchas parejas terminan separándose a partir de la creencia de que con “otro”, sería distinto, y, por supuesto, se encuentran con relaciones similares, donde el cambio es sólo el interlocutor.
Por eso, frente a los desacuerdos vinculares, el primer punto es tomar conciencia de que las dificultades son parte integral del camino del amor. No podemos concebir una relación íntima sin conflictos.
La salida sería dejar de lado la fantasía de una pareja ideal, sin conflictos, enamorados permanentemente y asumir la parte nuestra. Es sorprendente ver cómo la gente busca esta situación ideal y cuando no la encuentran sienten que se han casado con la persona inadecuada.
¡NO! No es así. No se casó con la persona inadecuada…
Lo único inadecuado es su idea previa sobre el matrimonio, la idea de la pareja perfecta y la insistencia de ver solo la parte del otro.
La realidad mejora cuando me decido a disfrutar lo posible, en lugar de sufrir porque una ilusión o una fantasía no se dan.
La propuesta es: “HAGAMOS CON LA VIDA POSIBLE… LO MEJOR POSIBLE…”
Sufrir porque las cosas no son como yo me las había imaginado, no sólo es inútil, sino que además es infantil. Esta es pues la nueva propuesta, empezar a pensar la pareja desde otro lugar: desde el lugar de lo posible y no del ideal.
Por eso es que vamos a intentar ver los conflictos no sólo como un camino para superar mis barreras y poder acercarme así al otro, sino también como una forma de encontrarme con mi compañero, y como un camino para producir un transformador encuentro conmigo mismo.
Estar en pareja ayuda a nuestro crecimiento personal. La relación suma, por eso vale la pena, Vale el sufrimiento que genera; vale el dolor con el que tendremos que enfrentarnos, y es valioso porque cuando lo atravesamos, ya no somos los mismos, hemos crecido, somos más conscientes, somos más plenos.“
Jorge Bucay
y tú estas dispuesto a empezar a asumir la responsabilidad de tus emociones y de lo que estas generan en tu relación? , a dejar de vislumbrar a una persona ideal y empezar a disfrutar de la real?
Mi invitación es a que lo hagas!
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